12/07/2016

La música profana en el Renacimiento

La influencia de las ideas humanistas contribuyó a que la música profana (vocal e instrumental) experimentara gran desarrollo. Se crearon piezas vocales muy complejas, normalmente acompañadas de instrumentos, en las que el tema principal seguía siendo el amor, seguido de historias mitológicas, satíricas, etc. También se empezó a crear un repertorio específico para los instrumentos, especialmente a partir del s.XVI.
Gracias a la evolución de los sistemas de notación y al desarrollo de la imprenta, este tipo de obras de difundieron rápidamente por toda Europa. Hoy en día una buena parte de ellas se encuentran recopiladas en los “Cancioneros”, que eran colecciones de poemas cantados encargadas por algún aristócrata amante de las Artes.


Cada país tuvo sus géneros preferidos, naturalmente en su propia lengua. Así por ejemplo en Italia se dieron la villanela, la frottola y el madrigal, siendo éste último el más importante. Es una forma descriptiva que expresa con la música el significado de un poema de gran refinamiento. La melodía se adapta a lo que las palabras expresan. Un ejemplo muy claro lo encontramos en “Mia benigna fortuna” del compositor francoflamenco Cipriano de Rore, que vivió muchos años en Italia y se dejó seducir por éste género tan expresivo. 


En el norte de Francia la Chanson (es una canción en lengua francesa y habitualmente tema amoroso; podía presentar 3 ó 4 voces cantadas o una voz solista acompañada de instrumentos). Aquí os presentamos una bella Chanson del compositor y poeta  borgoñón Antoine Busnoys titulada “Le corps s'en va et le cuer vous demeure”.


y en nuestro país, el Romance (canción estrófica que narra historias o sucesos reales pero les añade un toque “legendario”, normalmente presenta textura homofónica  y estructura estrófica, con estrofas de 4 versos –ABCD), la Ensalada (canción polifónica que es una mezcla de géneros, formas, texturas, idiomas, ritmos, etc) y el Villancico (originalmente eran las canciones de los “villanos”, habitantes de villas o aldeas; después se convirtieron en canciones a 3 ó 4 voces, de temas diversos –amorosos, religiosos, burlescos, etc-, y organizados en estribillo y varias coplas). Aquí mostramos un Villancico compuesto por el gran Juan del Enzina, en la época de los Reyes Católicos.


Las voces aumentaron su tesitura, es decir, el número de notas que utilizaban, y del mismo modo se hizo con la música instrumental, que creó familias completas de cada modelo para poder abarcar mayor cantidad de sonidos. Cada tamaño de instrumento era nombrado con el nombre equivalente de la voz, así por ejemplo se habla de flautas de pico soprano, alto, tenor y bajo, sucediendo lo mismo con las violas da gamba, las chirimías o los sacabuches. Estos grupos recibían el nombre de “consorts”.



Durante siglos, los instrumentos habían sido los “dobladores” de las voces, y tanto en la música profana como religiosa solían realizar un papel más bien secundario. Esto comenzó a cambiar en el Renacimiento, sobre todo en el s.XVI, momento en el que los compositores crearon un repertorio específico para ellos.
Un aspecto muy interesante y novedoso fue que los nobles, a imitación de los ocurría en las antigüedad clásica, cobraron interés por aprender música. Cantar o tocar (tañer) algún instrumento, empezó a ser considerado un elemento de prestigio personal así que se empezaron a editar libros para que los amateurs pudieran tocar un instrumento. Como muchos de ellos no sabían leer la notación convencional de la época (notación mensural blanca) se desarrolló un sistema específico para cada instrumento llamado tablatura. Hay tablaturas específicas para tecla, laúd, arpa, vihuela, etc.



El laúd, derivado del al’ud árabe medieval, se convirtió en el instrumento doméstico solista más popular, su capacidad para realizar polifonía le permitía brillar en solitario y acompañar a las voces. La vihuela fue su equivalente español. Como instrumento de tecla destaca el virginal inglés y, en el ámbito religioso, el órgano, especialmente en España.


Poco a poco los compositores fueron creando un repertorio instrumental, especialmente desde comienzos del s.XVI. Dependiendo del origen de las obras se podrían dividir en tres grandes grupos: 
*Formas derivadas de piezas vocales: destacan el Ricercare, más imitativo, y la Canzona, más homofónica. 
*Formas relacionadas con la danza: las hay de todo tipo, tempo, carácter y compás como la danza baja, la gallarda, la alemanda, la courante y la pavana.


*Formas improvisatorias: destacan la toccata, el preludio, el tiento,  las recercadas –que eran variaciones de otras piezas-, las disminuciones y las variaciones (en España denominadas “Diferencias”) sobre un bajo que fuera muy conocido por todos, que se va repitiendo durante toda la improvisación –ostinato-. Un buen ejemplo de la importancia de este tipo de obras es el “Tratado de Glosas” de Diego Ortiz, publicado en 1553.



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