12/21/2017

La ópera: nacimiento y difusión

La palabra «opera» significa “obra” en italiano (de la voz latina «opus», “obra”) sugiriendo que combina las artes del canto coral y solista, declamación, actuación y danza en un espectáculo escénico.

Algunos autores señalan como precursores formales de la ópera a la tragedia griega, a los cantos carnavalescos italianos del siglo XIV (la mascerata italiana) y a los intermedios del siglo XV (pequeñas piezas musicales que se insertaban durante las representaciones teatrales).

Dafne de Jacopo Peri fue la primera composición considerada ópera, tal como la entendemos hoy. Fue escrita durante 1597, bajo la gran inspiración de un círculo elitista de literatos humanistas florentinos, conocidos como la "Camerata de' Bardi" o "Camerata Florentina". Significativamente, Dafne fue un intento de revivir la tragedia griega clásica, parte del más amplio revivir de las características de la Antigüedad, propio del Renacimiento. Los miembros de la Camerata consideraban que las partes corales de las tragedias griegas fueron originalmente cantadas, y posiblemente el texto entero de todos los roles; la ópera entonces fue concebida como una manera de "restaurar" esta situación. Dafne se representó en privado por primera vez el 26 de diciembre de 1598 en el Palacio Tornabuoni de la ciudad de Florencia (Italia), y en público el 21 de enero de 1599 en el Palacio Pitti, de Florencia. Dafne se halla perdida. Una obra posterior de Peri, Euridice, de 1600, es la primera ópera que ha sobrevivido. El honor de ser la primera ópera que aún se presenta regularmente le corresponde a L'Orfeo de Claudio Monteverdi, compuesta para la corte de Mantua en 1607. L'Orfeo, favola in musica es una de las primeras obras que se cataloga como ópera. Trata de un “espíritu de música” y explica su poder y específicamente el de Orfeo, cuyo canto es tan poderosa que es capaz de conmover a los dioses.

En el minuto 40:20 Orfeo se lamenta por la muerte de su amada Euridice y decide ir a buscarla a los infiernos.

En las óperas barrocas, empezaron a aparecer asiduamente los personajes bufos o cómicos, que solían ser vividores, que muchas veces se vestían de mujer, lo que añadía mayor comicidad a la obra.

En la ópera barroca, lo de menos era el realismo, lo que era importante es que fuera sorprendente, espectacular y recargada, y así debía ser también el canto. Cuanto más ornamentado fuera, mejor: las coloraturas que se encuentran en muchas óperas barrocas también refuerzan la característica de inestabilidad que comentábamos anteriormente. De este modo fue como los castrati, entre los cuales destaca Farinelli, se convirtieron en las máximas estrellas representativas del género, por su facilidad para hacer toda clase de coloraturas y exhibiciones vocales, de tal modo que eran ellos los que ostentaron el mayor poder, imponiendo su voluntad a los mismos compositores. Este divismo de los castrati fue una de las causas de que en la ópera barroca hubiera cada vez menos números de conjunto, e incluso dúos, ya que ellos no querían mezclar sus voces con las de otros intérpretes.

Hoy en día los papeles que realizaban los castratti los interpretan contratenores (cantantes que educan la voz para moverse en el registro de las voces blancas). Aquí escuchamos a uno de los más famosos del mundo en la actualidad..

En la ópera barroca, aparece también la escenografía, que al principio era inexistente. Se tenía que poder pasar de una escena que sucedía, por ejemplo, en un palacio a otra que tenía lugar en los infiernos, así se crearon las primeras tramoyas, algo que maravillaba al público.

En la ópera se une: la música (orquesta, solistas, coro y director); la poesía (por medio del libreto); las artes escénicas, en especial el ballet y la danza; las artes escenográficas (pintura, artes plásticas, decoración, arquitectura); la iluminación y otros efectos escénicos; el maquillaje y los vestuarios.

Las partes de una ópera suelen ser las siguientes:

Obertura: La obertura es una pieza instrumental que sirve de introducción a la ópera, normalmente se interpreta con el telón bajado.


Recitativo: El recitativo sirve para contar la acción mediante el diálogo de los personajes y suele tener un acompañamiento musical muy simple, básicamente acordes largos.

Aria: El aria o canción para solista en la ópera es, junto con los coros, una de las partes que más gusta al público ya que suelen ser muy bellas, y en ellas la acción para y los cantantes lucen todas sus cualidades vocales.

Coros: Los coros en una ópera es un canto común en determinadas partes de la obra, en la que se unen todos los personajes.
Aquí tenemos un ejemplo que incluye recitativo, aria y coro final. Es el conocido Lamento de Dido, con el que termina 
Dido y Eneas de Purcell, considerada la primera ópera inglesa de la ópera.

GRANDES COMPOSITORES DE ÓPERA BARROCA

Claudio Monteverdi (1567-1643)

Francesco Cavalli (1602-1676)

Marco Antonio Cesti (1623-1669)

Francesco Provenzale (1627-1704)

Jean Baptiste Lully (1632-1687)

Marc-Antoine Charpentier (1643-1704)

Alessandro Stradella (1645-1682)

Henry Purcell (1658/59-1695)

Alessandro Scarlatti (1660-1725)

Apostolo Zeno (1668-1750)

John Adolph Hasse (1669-1785)

Antonio Caldara (1670-1736)

Antonio Vivaldi (1678-1741)

Niccolò Porpora (1686-1768)

Jean-Philippe Rameau (1683-1764)

Georg Friedrich Handel (1685-1759)

Giovanni Battista Pergolesi (1710-1736)

Christoph Willibald Gluck (1714-1787)

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