12/21/2017

Música instrumental en el Barroco

El Barroco es el primer gran momento de la música instrumental. Con anterioridad, en el Renacimiento, se había producido un predominio de la música vocal y aunque existía la música instrumental, ésta se reducía a las danzas, la interpretación instrumental de piezas vocales y algunas piezas originales para determinados instrumentos (tecla y cuerda pulsada).

Que la música instrumental se desarrollase en el Barroco no fue casual. Y es que en el siglo XVII se perfeccionó la construcción de instrumentos como los de la familia del violín y los instrumentistas alcanzaron un nivel técnico considerable. Esto permitió que los compositores crearan una música que usaba "un nuevo idioma", el idioma de los instrumentos.

Una de las novedades que trajo consigo la música instrumental fue el bajo continuo, que consistía en una voz grave que sustentaba la armonía de la pieza. Generalmente en las partituras los compositores no indicaban qué instrumentos debían interpretar ese bajo continuo, de manera que se hacía con los instrumentos graves que se tuvieran en ese momento. Lo normal era que se usara un instrumento melódico (como el cello o el fagot) y uno polifónico (como el clave o la tiorba). En el caso de los instrumentos polifónicos, los compositores no escribían en la partitura los acordes que debían tocarse, de manera que eran los instrumentistas los que tenían que "improvisarlos". Puesto que el bajo continuo se podía interpretar con distintos instrumentos y la realización de los acordes dependía de los instrumentistas, una misma pieza podía sonar de distintas maneras.

Y es que en el Barroco los compositores dejaban mucha libertad a los intérpretes. No se trataba sólo del bajo continuo: en esta época era prácticamente obligado que los instrumentistas improvisaran adornos. Muchas veces la música barroca parece muy sencilla, pero es porque lo que escribían los compositores era una especie de esqueleto que tenían que rellenar los instrumentistas con adornos de todo tipo.

La música instrumental también trajo consigo muchos géneros nuevos. En su momento fueron una verdadera novedad, aunque ahora para nosotros son viejos conocidos.

- La Sonata.
La palabra sonata en un principio se utilizó para designar a las piezas que debían ser "sonadas", es decir, interpretadas con instrumentos. Fue hacia mediados del siglo XVII cuando se empezó a utilizar mas específicamente para referirse a una composición instrumental para un pequeño de instrumentos con bajo continuo. Muchas veces se trataba de dos instrumentos agudos y el bajo continuo. Entonces se llamaba sonata a trío o trío sonata, aunque pudiera haber cuatro instrumentistas, ya que el bajo continuo solía hacerse con dos instrumentos (uno melódico y uno polifónico).

Las sonatas podían ser da camera (de cámara) o da chiesa (de iglesia). La sonata da camera solía consistir en un movimiento introductorio que daba pie a la improvisación de adornos, seguido de un número indeterminado de danzas.

La sonata da chiesa solía tener cuatro movimientos, en el orden lento - rápido - lento - rápido. Muchas veces el segundo movimiento era fugado y el tercero y cuarto tenían carácter de danzas (sarabande y giga, respectivamente).


- El Concierto.
A finales del Renacimiento se puso de moda un estilo llamado: medio concertato. Este medio concertato consistía en establecer un diálogo entre dos coros y fue muy popular en Venecia, en la catedral de San Marcos. También en Italia pero muchos años después, en pleno Barroco, los compositores decidieron utilizar esa técnica del diálogo entre grupos a la hora de componer la nueva música orquestal. Así nace el concierto. Según sean los grupos y cómo se establezca el dialogo, tenemos distintos tipos de concierto.

En el concerto grosso un grupo pequeño, llamado concertino y generalmente formado por dos violines y un bajo, dialoga con el grupo grande, llamado ripieno y que está formado por toda la orquesta. En este tipo de concierto la escritura de concertino y ripieno es similar, y la relación que se establece entre estos dos grupos es de colaboración: el grupo grande arropa al grupo pequeño.

Muchos compositores del Barroco escribieron este tipo de conciertos, aunque probablemente los más importantes fueron los de Corelli.


Otro tipo de concierto fue el concierto solista. Aquí uno o varios solistas se oponen al conjunto de la orquesta. En este caso la escritura del solista se diferencia por su dificultad y la relación entre los grupos es más de lucha.

El compositor que dio su forma definitiva al concierto solista fue Vivaldi. Sus conciertos se caracterizan por su vigor rítmico, frescura melódica y claridad formal. Vivaldi estableció que el concierto solista debía tener tres movimientos en el orden rápido - lento - rápido, estructura que no sólo se mantuvo en el Barroco, sino que ha llegado hasta nuestros días.


Un tipo menos conocido de concierto es el concerto a quattro, concerto sinfonia o concerto ripieno, en el que no hay solistas, sino que el diálogo se establece dentro de la orquesta o ripieno.


- La Suite.
Tanto en la música orquestal, como en la música para instrumentos a solo, entre los que destacan los instrumentos de tecla, hubo otro género de gran importancia: la suite. De manera general se trata de un conjunto de danzas que suelen ir precedidas por un movimiento introductorio.

Muchas veces la suite incluía danzas de distintos países como la allemande (Alemania), courante (Francia), Sarabande (España) y Gigue (Irlanda).


Para saber más sobre la música instrumental...
- La guitarra barroca

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